04 Apr 24
¿Cómo conseguir un hogar confortable sin renunciar al ahorro energético?
Los arquitectos José Manuel Ruiz y Nacho Álvarez-Ossorio dan las claves para mejorar la calidad de vida sin perjudicar al medio ambiente ni derrochar dinero
Siempre se ha creído que para conseguir buenas condiciones de confort es necesario invertir bastante dinero. Sin embargo, la tecnología y la forma de diseñar de los arquitectos han sabido adaptarse a las nuevas exigencias más de lo que se cree, facilitando al usuario unas condiciones de comodidad que, en muchas ocasiones, también se traduce en un importante ahorro económico.
El confort está ganando cada vez más importancia. La gente quiere sentirse cómoda en su vivienda, y los arquitectos se preocupan por satisfacer esta demanda. Esto hace que las nuevas casas gocen ahora de mejor aislamiento para conseguir una temperatura más adecuada en cada época del año, y tiendan a contar con nuevos aparatos tecnológicos como los dispositivos de aire acondicionado, por ejemplo, que hacen que la vida sea, si no más fácil, al menos más cómoda.
Aunque existe una tendencia generalizada a asociar esta comodidad a un mayor gasto económico, muchos expertos del sector, como arquitectos e ingenieros, demuestran que unas condiciones agradables en un espacio privado no tienen porqué estar vinculadas a un derroche de dinero o de energía.
José Manuel Ruiz y Nacho Álvarez-Ossorio, fundadores del estudio de Arquitectura WECO y especialistas en instalaciones y sostenibilidad, defienden que ‘confort’ y ‘ahorro energético’ deben ser conceptos dependientes, y sostienen que asociar una mayor comodidad a un elevado consumo, es algo del pasado. Los arquitectos apuntan: “un buen proyecto es aquel que es responsable con el medio ambiente y que a la vez cuida de las personas que lo habitan”.
¿Cómo enlazar comodidad y eficiencia?
Lo importante para conseguir que los conceptos ‘confort’ y ‘eficiencia’ queden bien enlazados a la hora de construir una nueva vivienda es, según Álvarez-Ossorio, tener en cuenta dos tipos de medidas: “las pasivas y las activas”.
Las medidas pasivas, son las que tienen que ver con el diseño y el lugar donde se encuentra el edificio.
Para conseguir que una vivienda o un local sea responsable con el medio ambiente y que a su vez no genere un gasto económico muy elevado, hay que apostar, según explica el arquitecto, “por un diseño bioclimático”.
Es decir, se debe diseñar la vivienda teniendo en cuenta el clima de la zona en la que se encuentra e intentar aprovechar el sol, el viento, e incluso la lluvia, en la medida de lo posible para conseguir ahorrar energía.
Del mismo modo es importante que la vivienda se construya con “un buen sistema de aislamiento”. Esto se entiende como la capacidad de los elementos constructivos del hogar para evitar que entre frío o calor del exterior en exceso.
Las medidas activas, por su parte, corresponden a los sistemas de mejora que complementan a la construcción. Complementos que suman comodidad y que permiten al usuario alcanzar una mayor sensación de confort.
Estos sistemas son, por ejemplo, los aparatos de control inteligente que permiten regular los sistemas de aire acondicionado por zonas a la vez que evitan el desperdicio de energía, o los filtros de agua que acumulan las gotas de lluvia.
Aunque estas medidas son importantes, los arquitectos recuerdan que no hay que olvidar el papel de los usuarios. La tecnología o el buen diseño facilita a los individuos unos espacios donde se puede gozar de una estancia de calidad, pero es el usuario final quien debe aprovechar todos los recursos que están a su disposición de la forma más eficaz posible.
Confort y climatización
Sin duda, uno de los factores que más condiciona la comodidad de un espacio es su temperatura. No es posible imaginar un lugar agradable en el que haga demasiado frío o un calor excesivo. De ser así, el bienestar desaparece.
Por ello, los arquitectos Ruiz y Álvarez-Ossorio hacen hincapié en algunos elementos con los que conseguir una temperatura adecuada, y, por tanto, una sensación de comodidad, sin renunciar al compromiso con el medio ambiente y el ahorro económico.
Según apunta Ruiz, “los termostatos individuales por estancias son una óptima solución” para no tener que renunciar a los valores de eficiencia y confort.
Ruiz defiende que para cumplir con lo que establece el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) “las instalaciones térmicas deben tener un consumo reducido de energía y, como consecuencia, una producción limitada de gases de efecto invernadero.
Por ello, los termostatos como sistemas de regulación y control pueden entenderse como la mejor herramienta para mantener las condiciones de diseño y reducir el consumo de energía”.
Según Ruiz y Álvarez-Ossorio, la comodidad y el consumo responsable pueden compenetrarse perfectamente, y esto es algo que está cada vez más presente en el sector de la Construcción. Tanto es así que la última actualización del Código Técnico de la Edificación (CTE) que es el reglamento que rige los requisitos con los que debe cumplir un edificio, “ha dado un salto importante” incitando a los profesionales de la Construcción a seguir el ejemplo del modelo de Edificio de Consumo Casi Nulo.
Sin embargo, sostienen los arquitectos, aún existen detalles que pueden mejorarse para que los nuevos hogares experimenten un mayor ahorro. “Quizás estas mejoras están previstas para futuras revisiones de la norma”.