04 Apr 24
¿Es malo dormir con el aire acondicionado puesto?
Seguro que más de una vez te lo has preguntado. Es uno de los temas más comentados durante los meses del verano. Nadie escapa a un comentario sobre el tema y todo el mundo tiene una opinión. ¿Es malo dormir con el aire acondicionado activado? Con este post queremos arrojar un poco de luz sobre el asunto.
Dormir con el aire acondicionado: sí o no
Con el aire acondicionado ocurre lo mismo que con la gran mayoría de las cosas: todo en exceso es malo. Al dormir, la temperatura del cuerpo desciende (es en torno a las 5 de la mañana cuando dicha temperatura se encuentra más baja). Por ello, al condicionar la habitación por la noche, hay que intentar no ser muy drásticos con la temperatura. Básicamente, debemos intentar mantenerla aproximadamente en unos 24, 25 o 26 ºC, en función de las condiciones exteriores.
Muchos equipos de climatización cuentan con modos Sleep, una función concebida precisamente para la noche. Estos modos ajustan diversos parámetros, como ir subiendo la temperatura progresivamente, apagarse transcurridas una serie o cambiar la velocidad del ventilador.
Los cambios bruscos de temperatura son malos en términos generales. Sea con el aire acondicionado o sea por cualquier otro motivo. De hecho, dormir con el aire acondicionado encendido puede ser beneficioso.
¿Por qué puede ser beneficioso?
Se estima que aproximadamente a partir de los 27 grados la calidad del sueño puede resentirse. Esto trae consigo una serie de desventajas: irritabilidad, ansiedad, cansancio, malestar, etc. Mantener una temperatura saludable y racional en los días en los que calor aprieta más puede ayudarnos a conciliar mejor el sueño y disfrutar de una sensación de confort durante la noche.
¿Y qué pasa con la calidad del aire? Al contrario de lo que muchos creen, la calidad del aire no se empeora. Llevando a cabo el mantenimiento básico habitual del equipo, la calidad del aire no se resiente. Cambia el filtro cada cierto tiempo siguiendo las recomendaciones de tu fabricante. Unos filtros limpios equivalen a un aire más limpio.
Pero hay no queda todo, porque podría haber más ventajas.
Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos por el NIH (National Institutes of Health) puso de relevancia otro curioso beneficio. Tras estudiar el sueño de una serie de casos, los investigadores se percataron de que al dormir con una temperatura inferior manteniendo siempre unos mínimos de confort (es decir, cuando dormían con el aire acondicionado activado), los participantes incrementaban ligeramente su porcentaje de la conocida como «grasa marrón».
Este tejido adiposo, que se encuentra en una proporción muy pequeña en el cuerpo humano adulto, posee múltiples beneficios ya que ayuda a eliminar el azúcar en sangre, a quemar calorías, amén de otras virtudes a largo plazo.
Conclusión general: no exageres
En definitiva, dormir con el aire acondicionado en sí no es malo. La clave consiste en hacer un uso racional de nuestro equipo y utilizarlo cuando sea necesario. Nunca debemos tener el flujo de aire apuntándonos de forma directa durante la noche, ni bajar la temperatura excesivamente o tener los filtros sucios.
Siguiendo una serie de pautas básicas como las que hemos expuesto en este artículo podremos conseguir un sueño reparador en los días de más calor sin vernos expuestos a ningún tipo de malestar.