04 Apr 24
Resfriado por aire acondicionado: claves para evitarlo este verano
Llega el verano, las olas de calor y, aunque parezca contradictorio, los resfriados. El aire acondicionado se ha convertido en algo indispensable para cualquier casa, pero la mitad de la población adora y teme a partes iguales este electrodoméstico cuando llega la época estival. Y no es para menos, pasamos muchas horas bajo la climatización y los inconvenientes de su mal uso pueden ir desde un simple resfriado, hasta afecciones respiratorias graves.
Hoy te explicamos cuál es el secreto para que mantengas a raya los resfriados y comiences a disfrutar de tu aire acondicionado como deberías.
Hoy te explicamos cuál es el secreto para que mantengas a raya los resfriados y comiences a disfrutar de tu aire acondicionado como deberías.
¿Cómo usar el aire acondicionado sin resfriarse?
Evita los cambios bruscos de temperatura
El mejor consejo que podemos darte es ser paciente. Como nos decían nuestras madres cuando hacíamos ejercicio “mejor pasar un poco de calor con la chaqueta puesta, que enfriarse”. Así, cuando llegamos sofocados de la calle (ej. 30º) la recomendación es que la temperatura interior que programemos en el aire no tenga una diferencia mayor de siete grados con la exterior (ej. mín. 23º), y si queremos seguir bajándola, hacerlo gradualmente hasta nuestra temperatura deseada. Es lo contrario a lo que solemos hacer: llegar y forzar la potencia de la máquina, bajando el termostato a 18º. Recordemos siempre que el aire acondicionado trabaja con el aire que tenemos a nuestro alrededor, por lo que forzarlo para lograr una temperatura baja inmediata no funciona. Además, con esta práctica recuperarás esa sensación de frío instantáneo cuando llegue la factura de la luz.
Para facilitarte esta tarea y poder ahorrar, usa las tu termostato si sabes cuándo llegarás a casa o recurre a un control Wi-Fi para aire acondicionado que te permita conectar el aire desde fuera de casa.
Evita exponerte a las corrientes del aire acondicionado
También conviene recordar algunos principios básicos de la ciencia: el aire frío baja, por lo que sería conveniente poner las lamas de la rejilla de tu aire hacia arriba y así, crear un movimiento en el aire facilitando su expansión. Esto también evitará que la corriente de aire choque directamente en tu cuerpo y prevendrás uno de los principales causantes de los efectos dañinos del aire acondicionado en la salud.
Evita bajar la temperatura en exceso
Por otro lado, un buen indicador de que la climatización no está bien regulada es sentir la necesidad de ponerte ropa de abrigo. Es mejor vestir ligero que bajar la temperatura del aire. Tu salud y el planeta te lo agradecerán.
Mantente hidratado
Por último, mantén una buena hidratación y controla la calidad del aire de tu climatización. En general, el aire reseca mucho los ojos, la nariz y la garganta y es ahí cuando empiezan las molestias, pero es la calidad del aire la que más tiene que ver con los resfriados, ya que éstos realmente solo se producen cuando hay bacterias o virus en el ambiente, por eso ventilar regularmente las salas o contar con un sistema de purificación del aire es muy importante, sobre todo para los más pequeños y mayores de la casa.
De esta manera, si bajas la temperatura de tu aire gradualmente para evitar cambios bruscos de temperatura y ahorrar en tu factura de la luz, posicionas las lamas de tu rejilla hacia arriba, intentas no exponerte directamente a las corrientes de aire, te mantienes hidratado y controlas la calidad del aire interior, convertirás la climatización en tu mejor aliado para el verano y no volverás a ponerte enfermo por su causa.